martes, 28 de junio de 2011

DESAMOR




LA VIE EN ROSE


Para conocer Castilla
no basta con buscar en la memoria.
Es amargo el recuerdo y condiciona.
Afrontar, afrontar es lo que cuesta.

Aplaudir al perder es necesario.
Evitar es querer lo que no es útil.
Castilla exige adeptos
que afronten hasta que les duela.

Empujar, empujar es lo que cuenta,
empujar hasta abrir bien la puerta
y, una vez dentro, dejar el lastre.

Ser tú quien mire hacia adelante,
y si enfrente encuentras otra puerta,
empujar, empujar hasta dañarte.


SONETO




AMARGO ADIÓS[i]


Sus duras manos de dolor profundo
se asemejan a vides sarmentosas
y en su frente florecen blancas rosas:
es la fiebre que vence al moribundo.

Los hay que lloran la crueldad del mundo
sin comprender por qué pasan las cosas
cuando recuerdan las tardes hermosas
junto al anciano sólido y rotundo.

El nieto vela el sueño de su abuelo
y acaricia su mano junto al lecho.
Busca el hijo en su fe postrer consuelo

mientras palpita el corazón maltrecho
del anciano que está cerca de un cielo
al que el alma huirá, lejos del pecho.







[i] En la muerte de mi abuelo paterno, Martín Martí Santandreu. N. del A.

miércoles, 22 de junio de 2011

ESQUIZOFRENIA


Existe un colectivo de enfermos peculiares, a quienes nunca se ha proporcionado voz, a quienes a menudo se ha dado un tratamiento erróneo y para quienes se ha adoptado políticas paternalistas. Además la enfermedad se ha considerado una desgracia para las familias. Me refiero a los enfermos de esquizofrenia.
            Durante largo tiempo, la sociedad ha identificado esquizofrenia con locura, con todas las connotaciones negativas que la palabra tiene. A menudo se ha considerado al loco como alguien incapaz de razonar ni tener iniciativas propias, y se ha creído que la mejor terapia es una tarea repetitiva en un centro especial de trabajo, sin posibilidad de promoción. Es decir, realizar un trabajo productivo sin tener en cuenta su criterio.
            Las personas con esquizofrenia han tenido que sufrir en silencio el sentimiento de culpa que provoca el haberse “vuelto loco” y los cambios en su aspecto físico causados por  una medicación que nunca han solicitado. Además nadie les ha explicado cómo actúa en su organismo, ya que “no lo entenderían”. Del mismo modo, han tenido que soportar el peso del estigma que supone que la sociedad les recuerde que sus genes transmitirán a sus hijos todo el sufrimiento que ellos han vivido.
            Afortunadamente, en la actualidad, existen asociaciones de enfermos de esquizofrenia, como la asociación “Ressorgir” de Barcelona, donde no se excluye a nadie por ser más o menos productivo, o por la fase de la enfermedad por la que esté pasando la persona con trastorno mental. Simplemente se sacan a relucir los potenciales de cada uno mediante diversos talleres donde las personas con trastorno mental puede desarrollar su creatividad. De esta manera se consigue que su autoestima crezca de modo que la persona con esquizofrenia puede relacionarse con los profesionales de la asociación en un plano de igualdad, y se genera una mutua confianza entre los dos.
            Seria deseable que existiesen más asociaciones como “Ressorgir”, para que todos los enfermos de esquizofrenia dejasen de sentirse al margen de la sociedad y fuesen conscientes de su gran potencialidad.

jueves, 16 de junio de 2011

¿ES ÉSTA TU JUSTICIA?



Blandes la espada,
                               bisectriz de tu equilibrio:
cero sobre cero.
O bien, símbolo fálico
que se pierde en la noche
                                          de la niña que desea,
y es mutilada en tu nombre.
Y en su almohada
                              resuenan ecos de juegos
y risas,
y una voz desabrida
                                 sentencia:
«Parirás con dolor».






domingo, 5 de junio de 2011

ME HABLO DE DIOS





                                    Junto a los ríos de Babilonia,
                           allí nos sentábamos y llorábamos
                                           acordándonos de Sión.[i]
                                                                                                          (Salmo 136: 1)

Me hablo de entonces,
de cuando el Tiempo no tenía nombre y todo era necesario.
De cuando no había luna para las mareas
y Plutón seguía en su órbita todavía.
No había reinos porque no había vida.

Para que yo me hable de entonces, ha sido necesario
que el Universo se reconozca a sí mismo en la mente humana,
y que yo afirme de manera insolente
mi Yo frente a los demás seres
y olvide que mi existencia
es fruto del azar, una probabilidad entre billones,
y que yo no comprenda —o sí comprenda—
que el azar puede ser vencido
por el hombre futuro, por la vida.

Me hablo de entonces, de cuando fue la vida,
de cuando las burbujas de materia
—discontinuidades en el espacio-tiempo—
crearon hipermateria —burbujas en el hiperespacio-tiempo—,
y aquellas eran contenidas por éstas,
así como éstas son contenidas por otras,
y éstas últimas por otras, de forma infinita,
como infinitos son los espacios.
Cuando empezó la vida, los vegetales fueron mudos testigos
del bullicio de sus compañeros,
y con sus sexos abiertos
a los vientos, se anclaron en la Tierra
y conquistaron todos sus ámbitos.
En aquel tiempo, la mínima conducta de la amiba
le bastaba para subir a su propio paraíso.
Y la vida aprendió a recorrer los espacios,
aunque fuera en una dirección solamente,
porque el Tiempo era desconocido.

Me hablo de entonces, cuando murió el primer hombre.
Antes de emprender el viaje,
contempló a los que le querían velando su cuerpo,
quienes, afligidos por la pérdida de su adorado,
estallaron en llanto
y, por primera vez, fueron humanos.
Él, mudo de impotencia, aceleró su hipercuerpo hacia la noche,
y al ganar velocidad, su hipercuerpo o alma
fue aumentando en hipermasa e hipervolumen.
Al acercarse a Plutón, aquel coloso
golpeó la misteriosa esfera, y ésta salió de su órbita.
Vencido, cerró los ojos y quedó dormido,
y tampoco despertó al final de su viaje.

Me hablo de entonces, del primer héroe.
Al morir no sintió rabia
sino que una gran dicha le iluminaba
y siguió el viaje en la noche, lleno de esperanza.
Su alma alcanzó velocidades lumínicas
y todo el Universo se redujo
a una esfera de luz ante sus ojos despiertos.
Su alma fue colmando el Universo
y, cuando entró en la esfera, el Tiempo se detuvo.
Le rodeó una luz que le cegaba,
y el Tiempo retrocedió en su hipermente.
Recordó los episodios de su vida
y más y más fue atrás en su recuerdo.
Vio toda la historia del Universo, y entró en otra Tierra,
en la que hombres, plantas y animales dormían.
Despertó a todos, y todo ser nacido
se aferró a la nueva vida y creció en conocimiento.
Y el héroe fue el primero en trascender el Tiempo,
y pudo volver a la Tierra primitiva
para mostrar el camino a toda criatura.
Venció por vez primera a la muerte
que le parece al hombre tan definitiva.

Me hablo de un cercano día en que subiremos tan alto
que comprenderemos el valor de la vida
para cuyo fin se han vertido tantas lágrimas.
Y habremos derrotado todos los azares,
y habrá una sola Tierra
y nada temerá a la muerte,
porque nada será perecedero.
Porque habremos alcanzado el último de los espacios.
Porque al final del viaje habremos conocido a Dios,
de donde todo procede y a donde todo va.




[i] Op. Cit. Sagrada Biblia, versión directa de los textos primitivos por Mons. Dr. Juan Straubinger, Ed. “The Catholic Press, Inc.”, Chicago, Copyright © 1958, “Library Publishers, Inc.”, pág. 480.

jueves, 2 de junio de 2011

COR TRIST



He aplegat en uns fulls, Rosa Maria,
en un recull alegre i trist a estones,
el bé i el mal que m'heu fet certes dones
que heu donat, al meu cor, amor d'un dia.

Si fóssim innocents, et pregaria,
sirena dins un mar d'obscures ones,
que les nostres idees més pregones
fossin sempre dictats de poesia.

Com ets per dintre, amor, de quina mena?
Si us plau, cor meu, no em neguis la tendresa!
Vull que pugem a dalt de la carena

per a oblidar la fosca timidesa
que ens clou els ulls i ens fa plorar de pena.
No vull que ens envaeixi la tristesa.