domingo, 7 de agosto de 2011

MUROS DE DOLOR




A la orilla del mar pensé en perderte.
A la vera del mar, en plena orilla,
sentí el calor de un beso en la mejilla,
y era tu beso a un tiempo vida y muerte.

A la orilla del mar pensé en quererte
cuando pude tener la maravilla
de tu cuerpo de blanda y tibia arcilla,
milagro del amor en limo inerte.

¿Recuerdas esos besos juveniles
que perdimos ayer tras estos muros
que cubren de dolor cielos añiles?

De aquellos guardaré pozos oscuros
que contaré, decrépitos, por miles
y en éstos sufriré castigos duros.

DESEO



Mi voz viril de ayer está callada
y abandona el verano de mi vida
dejando un rastro de gacela herida
en la triste expresión de tu mirada.

Mi voz viril de ayer está enterrada
en un pozo profundo y sin salida.
Es tu mano caliente y homicida
la que me precipita hacia la nada.

Quiero quitar espinas de tu rosa
para libar (y así volverme loco)
el néctar dulce de tu carne hermosa.

Sé que la oruga roe poco a poco
las hojas de la planta venenosa
y no sufre ningún dolor tampoco.

ESPERO, SOSPECHO, TEMO, QUISIERA



ESPERO, SOSPECHO, TEMO, QUISIERA[i]

         Espero que me olvide,
                     que se ausente.
         Sospecho que me acecha,
                          que me observa,
                          que sigue ahí,
                          que quiere algo.
          Temo que se acerque,
                    que me roce,
                    que me envuelva,
                    que me bese.
Me desazonan los recuerdos,
            los abrazos,
            las promesas,
            los desengaños,
            las palabras huecas.
Los viejos amores me desasosiegan:
            el primero,
            el que no se olvida.
Y quisiera despedirme sin miedo,
             encontrarla y convencerla,
             sentirme yo mismo
             en paz.
Quisiera poder decirle sin rubor
              que buscara un peluche,
                                  una rosa,
                                  un sábado,
                                  un perro con el que jugar,
                                  un temblor que separase
nuestras vidas.

Quiero amor o reposo.


[i] “Espero, sospito, temo, voldria”, Miquel Martí i Pol. N. del A.

MARTÍN




Hay en mi mente una figura borrosa
de un patio con limones
y tortugas y luz y sombra
y una paz y una alegría inmensa,
y el recuerdo y la presencia
del amor de mi hermano Martín,
protector, dulce, ariete y estandarte
de mi casa en el mundo:
«¡huy, ahora!».[i]





[i] Frase con la que mi hermano Martín, cuando era niño, advertía a los demás niños que iba a contestar a una provocación. N. del A.