miércoles, 25 de abril de 2012

INVENTARI



M’agradaria estrènyer moltes coses contra el meu pit:
roses d’avui i d’ahir, un Sant Jordi viscut i recordat,
un xic de fam i un poc de pa, promeses complertes, somriures,
grans d’arròs cuinats o no cuinats, el primer pipí
i la primera caca d’un fill que hagués tingut,
un petó dels meus avis, un acudit divertit explicat
per un amic, un arc de Sant Martí després d’una pluja autèntica,
molts “per sempre”, un arreveure i mil mirades còmplices,
i un lloc per reposar el cap
quan l’ànima estigui llesta i em falli l’alè.

viernes, 20 de abril de 2012

MAYBE IT'S TRUE



I don’t remember if ever I’ve shown you my soul
I don’t ask you to always remember me
I don’t listen to the voices in the wind
I don’t understand how you can speak without feeling
I don’t believe that we will ever know each other
I don’t want you to give me your soul
I don’t say that our love has ended
I can’t hide the truth to you
I don’t write everything that I think
I don’t think everything that I write
I’m not beginning to forget you
However, some times, I think that you are lying
and then I have doubts and I don’t want to think that it’s true.

QUIZÁ SÍ



No recuerdo si te mostré mi alma
No pido que me recuerdes siempre
No escucho las voces que se lleva el viento
No entiendo como puedes hablar sin sentir
No creo que lleguemos nunca a conocernos
No quiero que me entregues tu alma
No digo que nuestro amor se acabó
No puedo esconderte la verdad
No escribo todo lo que pienso
No pienso todo lo que escribo
No estoy empezando a olvidarte
Aunque, a veces, me parece que mientes
y entonces dudo y no quiero pensar que sí.

martes, 17 de abril de 2012

LOVER




If you add an “r” to your love
you can have anything that you want,
all the gifts and all the wishes.
I thank my love and my lucky stars
that now you love me as I love you,
and the gift of your love
has finally made me a lover,
and now I have it all.

lunes, 9 de abril de 2012

LA MARINERA


Tu gesto es un adiós y una acogida
para la barca que faena en el mar
y hurga su entraña con el fanal
para cosechar de la huerta desconocida.

Necesitamos tu firme ayuda,
para que Lloret sea puerto seguro
para la gente de mar y de montaña,
a quienes tu mano saluda.

¿Quién te da vida, mujer marinera?
¿Es el bronce del que eres prisionera?
¿O es la inquietud de la mujer que espera?

¡Tiene que ser la amiga que me acariciaba!
-ella y yo te ofrendamos nuestras vidas
cuando nos amamos en tus playas-.


sábado, 7 de abril de 2012

BRISA


Amaré la alegre poesía
de la efímera vida de las cosas,
del murmullo del mar y de las rosas
que cimbrean al viento de este día.

En este día azul, desearía
apretar contra el pecho nuevas flores,
cuando a mi cuerpo ayuno de amor, opones
tu cuerpo moreno, promesa de alegría.

Todo es la paz de la montaña eterna
y el deslizar del tiempo en el engranaje.
Todo refleja luz interna.

Y más que todo, amor, tu imagen,
como surgiendo de mágica luciérnaga,
me somete a la prisión de tu maestría.

AYER




Cantos de pájaros en la arboleda
veranos de ayer
caminos nunca olvidados

balcones abiertos
agua del pozo
silencio en la plazuela

ojos abiertos a la vida
cantos infantiles
sonríe la luz del alba

leche de cada mañana
mesa puesta
árboles abren caminos

agua que canta en las acequias
manos recordadas
se mece un balancín.

lunes, 2 de abril de 2012

EL ENFERMERO DE VIRUS





         Siente una gran ternura por lo muy pequeño, por lo microscópico. Cuando algún compañero le dice: «déjalo; éste morirá con tanto calor», se le llenan los ojos de lágrimas; recoge con mucho cuidado la muestra del virus de su microscopio, y lo lleva a un lugar fresco, aireado; lo acuesta en el refrigerador que tiene para estos casos, y contempla con alegría cómo, al cabo de unos minutos, la célula parasitada estalla en millones de retoños de su virus renacido. Entonces sus lágrimas son de alegría, e ingiere los pequeños virus para que hagan uso de su cuerpo a sus anchas.
         Los primeros síntomas de la gripe le indican que sus adorados empiezan a actuar, y no deja que nadie intente curarle.
         A veces se interesa por virus más peligrosos, y aunque le adviertan de las posibles consecuencias, sigue mimando a sus virus, porque como él dice: «todos somos criaturas de Dios y tenemos derecho a la vida».








EL COGEDOR DE TELÉFONOS




         Al cogedor de teléfonos rara vez se le permite tomar un recado.
         En las oficinas donde trabaja, suele pasear entre las mesas esperando que suene algún teléfono; entonces lo coge y, si el oficinista no está allí, le está permitido apuntar el nombre y avisar, discretamente, al destinatario. Es feliz así.
De vez en cuando, es llamado a domicilios particulares para ejercer su oficio.
Según el timbre de la llamada, sabe reconocer a quién va dirigida, tanta es su experiencia; entonces dice: «es para usted...». Nunca escucha la conversación y, si es necesario, permanece en la sala de espera.
Jamás ha atendido una llamada telefónica que preguntara por él.





EL ESCRITOR DE BILLETES




         El escritor de billetes ve peligrar su oficio.
         Los empleados de los bancos le consideran un millonario excéntrico, aunque los banqueros le tienen simpatía.
         A primeros de mes, le ingresan la nómina y acude al banco para retirar treinta mil pesetas en billetes de mil.
         Durante un mes, escribe un pasaje de su novela en cada billete. Concluye un capítulo en el billete número treinta; entonces ingresa el capítulo correspondiente de su novela en el banco, y retira otros treinta billetes de mil pesetas.
         Tiene más confianza en los banqueros que en los miembros de un jurado; por esta razón prefiere que su novela quede en poder de los bancos.
         No se da ninguna prisa en escribir, aunque, posiblemente, el final de su novela peligre con la implantación del €uro.




LA VENDEDORA DE CREPÚSCULOS



         La vendedora de crepúsculos trabaja en las costas occidentales.
         Cuando advierte que alguien está contemplado cómo se pone el sol, le interpela y le recuerda que esa puesta es suya, que ella estaba antes y la vio primero. El interpelado deberá pagar más o menos dinero en metálico, dependiendo de la altura en que esté el sol sobre el mar.
         Es conocida en las playas atlánticas europeas, y aún no ha renunciado a desplazarse hasta las costas del Pacífico, aunque ya es muy vieja para el viaje. Pero sabe que podrá obtener una buena remuneración al vender su propio crepúsculo.

EL ABRAZADOR




         Alquila su presencia en las casas donde hay visitas.
         Espera de pie en el recibidor y, a veces, ayuda a servir las bebidas a la señora de la casa. Jamás dice una palabra.
         Cuando las amigas se van, se encarga de abrazarlas a modo de despedida; así evita molestias a la anfitriona.
         Ayuda a las señoras a ponerse los abrigos y siempre tiene una sonrisa en los labios. Cuando todas se han marchado, la señora de la casa le da una buena propina; entonces sonríe, coge las monedas y busca otro piso donde haya una celebración para volver a alquilarse.
         Con esto se conforma.