Desde mi rincón en la ciudad de Barcelona, sigo soñando que alguien algún día me recuerde como poeta.
viernes, 17 de febrero de 2012
ATRICIÓN
Subí al abismo por creer en mí,
por creer en un ser bondadoso,
por mi mala fe, por querer saber
y no querer creer en lo que estaba escrito para mí.
No me moví; creí ser una roca,
y esa roca rodó desde el abismo
a un abismo peor, al sufrimiento,
a vivir una cómoda mentira.
Hipotequé mi ser por no creer
en lo que para mí era bueno,
y ahora ni soy ni creo en nada.
O tal vez sí, tal vez tenga valor la roca
y exista en mí ese ser bondadoso
que no juzga sino que siente y ama.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)