jueves, 29 de julio de 2010

BESLLUMS I CAIRES


(Homenatge al poeta Salvador Espriu)

Regiro imatges:
branquillons primerencs
obren camins.
Respiro el verd gustós:
s'estén la primavera.

Finestra oberta:
passes i viaranys
prop la riera.
S'ajeu la son del camp
al vitrall de l'estiu.

Ressona el mar:
batecs d'ales d'escuma
cerquen el sol.
S'alcen parets de nacre
i laberints minvants.

Llum divergent
enrojola la tarda.
Passejo sol.
Puja la lluna nova
per dreceres de fosca.

Besllums i caires
perfilen rastres vius,
mots que no fugen.
S'arrelen al paper
imatges escairades.

L'arbre adormit
talla bocins de cel:
la tardor s'alça.
Entra l'ample silenci
per les tiges callades.

Sentor de pinyes:
l'arbre de llum aroma
la cambra buida.
La nit obre a l'hivern
espais de claredat.

Flames d'argent
basteixen llum novella,
claror creixent.
Ones tracen camins
per cabals de blavor.

Tanquen la nit
traços de colors plens.
Mirall endins
es reflecteixen mots
que engendren l'infinit.

Mots recordats
es gronxen en cançó:
somriu el mar.
La lluna encén llençols
amarats d'enyorança.

jueves, 22 de julio de 2010

LAS VELAS Y LOS VIENTOS


Una traducció al castellà de "Veles e vents" del poeta Ausiàs March.

LAS VELAS Y LOS VIENTOS

Las velas y los vientos favorecen
los caminos que sigo por el mar.
El mistral y el poniente han de cesar;
el jaloque y el levante se ofrecen
junto con el gregal y el mediodía,
mientras le ruego al viento tramontano
que no me dejen nunca de la mano,
porque sin ellos nunca volvería.

Hervirá el mar como la olla en el fuego,
cambiando de color, y de tal modo
que parecerá alzarse contra todo
lo que sobre él está, y hundirlo luego.
Irán los peces grandes y pequeños
a buscar los refugios más secretos:
fuera del mar, al que estaban sujetos,
por magia, de la tierra se harán dueños.

Yo temo que la muerte nos aparte,
porque el amor se acaba con la muerte,
aunque yo espero que mi amor sea fuerte
y después de la muerte pueda amarte.
Siento celos que tu menguado amor,
cuando no esté, me deje en el olvido;
el dolor, al pensarlo, me ha vencido
-no habrá, mientras vivamos, tal dolor-.

Si, cuando muera, me dejas atrás
y nuestro amor en ira se convierte,
y hacia otro mundo me lleva la muerte,
mi gran dolor será no verte más.
De amor por ti, yo siento más que sé,
que de él me quedará la peor parte;
y de ti sabe quien de ti está aparte.
A los dados yo te compararé.