viernes, 8 de abril de 2011

NIT





Sóc humà; res del que sigui humà
m'és estrany. Res de mi m'estranya,
ni que sigui al racó més amagat
del meu pensament, sigui bo o dolent.

Si em capbusso en la meva nit,
trobo desig, aberracions, puresa,
grandesa d'esperit i petitesa,
i, ranquejant, arrossego la càrrega fins a odiar-la.

Triomfo i perdo, aixeco el cap i l'arronso,
provo d'amollar llast tot afrontant la vida,
acceptant el clarobscur de l'home.

«Humanus sum; humani nihil
a me alienum puto»[1].








 




[1] “Sóc humà; res del que sigui humà // m’estranya”, en llatí. N. de l’A.

Ya no fumo






            Quisiera referirme a un centro que ha conseguido que dejase el tabaco después de haber fumado durante treinta años. Me refiero al CAS de Horta-Guinardó, en Barcelona. El tratamiento para dejar de fumar consiste en una terapia de grupo, y consultas individuales con una enfermera, una psicóloga y un psiquiatra. Todos estos profesionales explican la adicción a la nicotina de una manera fácil de entender. También explican las graves consecuencias sobre el organismo que tiene la combustión del tabaco y la inhalación del humo, como el infarto cerebral o de miocardio, el enfisema pulmonar, o el cáncer de pulmón.
            El tratamiento es totalmente gratuito, y aunque en personas con trastorno mental es más difícil de lograr, existen unas pastillas que deben comprarse con receta médica, que permiten, añadiendo un poco de voluntad, dejar de fumar radicalmente. Las pastillas interfieren en el círculo vicioso que genera la nicotina, de forma que el tabaco deja de producir placer, y estar sin fumar ya no produce ansiedad.
            Yo soy socio de una asociación de personas con trastorno mental, la asociación Ressorgir. Agradezco a estas asociaciones y, también, a mi familia, el apoyo que he recibido por su parte para lograr dejar de fumar.