lunes, 9 de mayo de 2011

SABER



Prestarse al juego sin controlarlo,
jugar aún sin conocer las reglas,
decir que sí, obedecer y obedecerte,
«perquè són vostres per sempre
el regne, el poder i la glòria»[1].

Dudar de un dios ajeno al sufrimiento,
dudar de un cielo en que no cabe Dios,
ver al sol condenado en el infierno,
y saber que sin él no hay posibilidad de vida.

Y, pese a todo, creer que vivir es necesario
y jugar el juego aún sin controlarlo.








[1] “Porque son vuestros para siempre // el reino, el poder y la gloria”, en catalán. N. del A.

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