Veureu: era i no era realitat.
Una taula, una paella,
un grup poètic, una família,
o una il·lusió òptica?
La bola de vidre baixava i pujava
per l’espiral, o això semblava.
Pujaven i baixaven sensacions
de pertànyer a una família, a un lloc,
a una casa pairal: sensacions d’alegria.
Però després, al carrer gris,
tot estava al seu lloc, immòbil, fix,
com l’afany de viure, com els gens
a la doble espiral dels cromosomes.
Espléndido y compartible poema sobre una experiencia que todos hemos podido sentir: ese momento perfecto, mágico, en que la vida cobra la intensidad justa y merecida, entre la grisura cotidiana. ¡Felicidades!
ResponderEliminar¿Conoces este poema de José Ángel Valente?
Parque de Figueras
Si hay un momento en el mundo
Donde el pico de un pájaro
Dijérase parece suspender el caos,
Un súbito momento de tenue paz, ahora,
En el parque de una ciudad extraña donde me encuentro por azar;
Si existe repentino este silencio
En el leve descenso de la tarde,
Si hay aves que se funden y hacen uno el canto y la quietud
Y una mujer joven que cruza con su hijo pequeño de la mano
Me mira, intensamente,
Si este silencio es verdad, merecería
La pena haber venido,
Estar presente, dios, en esta cita tuya no anunciada.
José Ángel Valente
Fragmentos de un libro futuro
Toni Martí
¡Muchísimas gracias, Toni, por tus palabras, y por el poema de José Ángel Valente, que yo no conocía!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Javier.