Malestares de luz de gas hiriente,anuncios de Dixán en la azotea,
cuentos de Afrika Korps en la alacena:
lo único que queda a este demente.
Gas cerrado, mandíbula batiente,
¿queda bebida?, ¿me das una cerveza?,
¿ya has salido?, ¡enséñame la cuenta!,
comedores más viejos que el de enfrente.
«Aprofita l'arròs!, escura el plat!,
pensa en la pobra gent que mai no dina!»[1],
canción que nunca cantará Serrat.
Me queda la ilusión del día a día,
cercana como ejércitos de lava.
Me queda por vivir mi propia vida.
[1] “¡Aprovecha el arroz!, ¡acaba el plato!//¡piensa en la pobre gente que nunca come!”, en catalán. N. del A.
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