domingo, 7 de agosto de 2011

DESEO



Mi voz viril de ayer está callada
y abandona el verano de mi vida
dejando un rastro de gacela herida
en la triste expresión de tu mirada.

Mi voz viril de ayer está enterrada
en un pozo profundo y sin salida.
Es tu mano caliente y homicida
la que me precipita hacia la nada.

Quiero quitar espinas de tu rosa
para libar (y así volverme loco)
el néctar dulce de tu carne hermosa.

Sé que la oruga roe poco a poco
las hojas de la planta venenosa
y no sufre ningún dolor tampoco.

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